Estas nutrias reciben una gran cantidad de nombres dependiendo del país al que nos dirijamos; estos son algunos de ellos:
Argentina: Lobo Gargantilla, Ariraí;
Brasil: Ariranha, Lontra Gigante;
Bolivia: Londra;
Colombia: Lobo de Río, Ariraña, Colón (Amazonía); Perro de Agua (Orinoquía);
Ecuador y PERÙ: Lobo del Río, Arirai;
Guyana: Giant Brazilian Otter, Giant Otter;
Guayana Francesa: Loutre Géante;
Paraguay: Lobope;
Surinam: Grote Waterhond, Watradagoe;
Uruguay: Lobo de Río Grande;
Venezuela: Perro de agua
Es endémico de Sur América. Al norte su distribución llega hasta cerca del mar Caribe, aunque no lo incluye. Al sur su distribución llega hasta Argentina, aunque las poblaciones de Argentina y Uruguay se consideran extinguidas. La especie no se encuentra en Chile. La mayoría de ejemplares se encuentran en la Amazonía brasileña y las regiones limítrofes de estas zonas.
Esta especie está en peligro debido a la disminución de la población en el futuro por culpa del declive de su hábitat por la pérdida y explotación del mismo.
Mientras en el pasado, la caza indiscriminada y sin ningún miramiento por su piel estaba al orden del día y afectó fuertemente a estas grandes nutrias, actualmente han aparecido otras amenazas antropogénicas como el aumento de la colonización de las zonas de selva tropical.
Las estadísticas muestran que entre 1959 y 1969 en Brasil se obtenían de 1000 a 3000 pieles al año. La especie se diezmó hasta tal punto que se calcula que quedaban 12 12 en 1971. La prohibición de caza redujo significativamente la caza pero no acabó con ella; en los 80 una piel costaba 250USD en el mercado europeo. La caza ilegal por sus pieles sin embargo no ha cesado, y continúa en algunas regiones. Por ejemplo, en 1991, el tráfico ilegal de pieles se confirmó en Argentina, aunque lo más seguro es que fueran importadas teniendo en cuenta las bajas poblaciones de nutrias en el país.
Los habitantes de las zonas también las cazan para alimentarse de su carne y utilizar su piel para abrigarse, esta sería una caza de subsistencia.
También mueren muchas por culpa de la tala y la minería, ya que indirectamente los trabajadores agotan recursos pesqueros y las nutrias después no tienen con qué alimentarse.
También surgen conflictos con los pescadores por la reducción de las poblaciones de peces, aunque los estudios han demostrado que las especies de las que se alimentan las nutrias y las especies de interés comercial apenas se solapan.
La destrucción de los bosques, lo que conlleva la erosión del suelo y la disminución de la abundancia de presas, así como la caza excesiva y la caza ilegal de la nutria están relacionados con la inevitable colonización humana de las zonas circundantes a los ríos. A más accesibilidad, más interacción.
Además, la entrada en contacto con especies como los perros han introducido en las poblaciones enfermedades como el moquillo y el parvovirus, una gran amenaza yaque es una enfermedad antes desconocida para ellos.
En las zonas de minería de oro, los peces están contaminados del mercurio usado para separar el oro de la roca. El mercurio se acumula en el cuerpo, y luego va ascendiendo por la cadena alimentaria ya que se acumula en los animales que se alimentan de presas contaminadas. El transporte aéreo del mercurio también hace que afecte a largas distancias.
Por otro lado tenemos la minería de petróleo y minerales que se expande por las zonas vírgenes de la selva afectando al hábitat de la nutria.
Dentro de las áreas protegidas el aumento del turismo podría cambiar el comportamiento normal de las nutrias ya que estas podrían abandonar sus territorios por miedo o estrés antes las personas; además esto podría suponer una menor supervivencia de las crías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario