Habita sabanas y terrenos abiertos de tipo estepario, aunque también pueden hacer uso de otras zonas como semidesiertos o zonas de matorral. En el Sáhara central se les encuentra en zonas de alta montaña hiperáridas (aunque estas reciben algo más de lluvia que el desierto).
Los guepardos han desaparecido de las grandes zonas de su rango geográfico histórico.
En el este de África la pérdida de hábitat y su fragmentación son las principales amenazas. Debido a que se distribuyen a bajas densidades, la conservación de las poblaciones viables a gran escala requiere de una amplia planificación de la gestión para la conservación. Además, existe el problema de que la mayoría de las áreas protegidas no son lo suficientemente grandes para garantizar la supervivencia a largo plazo de los guepardos (Durant 2007). La disminución del número de sus presas principales es un motivo de gran preocupación; además los matan los ganaderos porque los consideran una amenaza para su ganado. Las mismas amenazas son aplicables también al norte de África.
En el sur de áfrica los conflictos con los ganaderos es la principal amenaza.
También pueden caer en trampas para otras especies (Ray et al. 2005; Anon. 2007).
Otra amenaza es la competencia interespecífica con otros grandes depredadores, sobre todo leones. En zonas abiertas como el Serengueti hasta un 95% de crías mueren por la depredación principalmente de leones. En zonas más cerradas la tasa de mortalidad por esta causa no es tan grande.
En Irán los A. j. venaticus asiaticos están amenazados indirectamente por la péridda de presas por las actividades de caza de las personas. Además, la mayoría de las zonas protegidas están abiertas en la temporada de pastoreo del ganado, por lo que los ungulados salvajes sufren una importante presión por la perturbación de su entorno. Los perros domésticos que acompañan al ganado también son una amenaza. El desarrollo de la minería, las carreteras, vías de trenes... son un problema ya que fragmentan las pocas poblaciones que quedan.
El CITES permite el comercio legal de animales vivos y trofeos de caza bajo el Apéndice I mediante un sistema de cuotas (en Namibia 150 al año; Zimbabwe: 50; Botswana: 5). La razón es aumentar el valor económico de estos felinos en zonas privadas donde se cazan, y así motivar que los dueños de estas zonas trabajen por su conservación (Nowell, 1996).
A pesar de las cuotas permitidas por el CITES existe un comercio ilegal de ejemplare vivos. También hay preocupación por el comercio ilegal de pieles, así como por la captura de cachorros vivios para comerciar en Oriente Medio.
Los guepardos en cautividad no tienen una buena gestión de sus ejemplares; no crían bien en cautividad y además en 2001 el 30 % de los nuevos ejemplares provenían del medio silvestre (Marker 2002).
La estrategia de conservación en el este de África identificó cuatro tipos de limitaciones para mitigar las amenazas en grandes zonas a la vez:
1.Las limitaciones políticas como la falta de planificación del suelo, la inseguridad e inestabilidad política en zonas ecológicamente importantes.
2.Las limitaciones económicas
3.Las limitaciones sociales por la concepción negativa de los guepardos y la falta de capacidad para lograr una buena conservación, la falta de conciencia ambiental, el aumento de las poblaciones humanas y la fragmentación del hábitat.
4.Limitaciones biológicas características de los guepardos y que no se pueden cambiar, incluida las interacciones negativas con otros carnívoros o la susceptibilidad a coger enfermedades.
La enfermedad es una amenaza potencial, así como la disminución de la variabilidad genética.
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